El cementerio de San Pedro alberga, como todos, historias y misterios aún sin descifrar. Bernard Culbard era uno de esos misterios. ¿Qué lo había traído a nuestro pequeño poblado? ¿Porqué descansa hoy en tierras gauchas después de cruzar el ancho mar?...
El hombre, natural de Elgin, Escocia, era un ingeniero que había venido a trabajar en el tendido de los insipientes ferrocarriles que por entonces los ingleses desplegaban a lo largo de este país. Un 3 de enero de 1885 lo sorprendió la muerte, a la corta edad de 29 años, víctima de una peritonitis. Desde entonces, su lápida blanquea al sol junto a la palmera central del cementerio de la ciudad, y nadie nunca, desde su lejano país reclamó sus restos para que descansaran en su tierra natal. Las fotos del libro de Cementerios del siglo XIX muestran la nacionalidad, profesiòn y motivo del deceso de Bernard. Y su làpida la fecha y ubicaciòn del lugar donde yacen sus restos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario